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Posada Valle de Guriezo

Inicio : Ferrería de la Yseca

     La obtención del hierro se hac�a desde sus comienzos, en una instalación muy sencilla y de escasa importancia, compuesta de un pequeño horno o "ragua" excavado en el suelo, en el que se calentaba, con fuego de leña, el mineral para desprender la mayor cantidad posible de materias inservibles. En otro horno o "fogal" próximo y similar, se calentaba a altas temperaturas, con fuego de carbón vegetal, el mineral ya raguado hasta que se formaba, no siempre, la masa esponjosa y pastosa de gr�nulos de hierro semil�quidos, mezclados con abundante escoria, seguidamente se somet�a la masa obtenida o "zamarra" a un en�rgico martillado a brazo para compactarlas y expulsar las escorias que conten�a, d�ndole a la vez la forma y dimensiones deseadas a la barra que se obten�a.

     Es a principios del siglo XIII, cuando se generaliza la aplicación de la rueda hidr�ulica a la ferrer�a, para accionar los fuelles o "barquines", liberando a los ferreros de la fatigosa tarea del soplado del "fogal" y un par de siglos m�s tarde se generaliza el martillado mec�nico de la "zamarra" mediante el "martinete" o martillo pilón movido tambi�n por otra rueda hidr�ulica, liber�ndose a los ferrones de la penosa operación del martillado a brazo de la "zamarra" para obtener la barra de hierro deseada. Con esta mejoras se reduc�an los tiempos de cada operación y aumentaba la producción diaria del hierro.

     Durante seis siglos las ferrer�as cl�sicas constaban de cinco elementos principales: Un horno de calcinación o "ragua", una soplante formada por dos fuelles o "barquines", movidos por una rueda hidr�ulica; un hogar o "fogal" excavado en el suelo; un martillo pilón o "martinete" que era todo de madera excepto la maza, el yunque y algunos aros o "zunchos" movidos por otra rueda hidr�ulica y, por �ltimo, amplias carboneras adosadas al edificio de la ferrer�a. En ella trabajaban cinco ferrones.

     As� es como hoy se conserva la Ferrer�a de La Yseca donde, en el siglo XIII, se fabricó el "fierro" para construir los nav�os que, al mando del Almirante Bonifaz, participaron decisivamente en el año 1248 en la conquista de Sevilla.

      En la finca que ocupa la Ferrer�a podemos admirar algunos ejemplares de �rboles autóctonos:

  • Un monumental Pl�tano. Su tronco mide 5,70 metros de per�metro. Parece ser que tiene unos doscientos años.
  • Uno de los Tejos m�s antiguos y bonitos de Cantabria de unos 700 años. Tiene un tronco de unos tres metros de circunferencia.
  • Una espl�ndida Encina que parece ser que tiene unos 700 años, con una circunferencia de 4,10 m. Y una copa de 30 metros de di�metro.

     Dada la proximidad a la ferrer�a de estos dos �ltimos ejemplares, se cree que ambos son coet�neos de la misma.